BIENVENIDOS A ESTE RINCÓN POÉTICO

"Porque se tiene conciencia de la inutilidad de tantas cosas a veces uno se sienta tranquilamente a la sombra de un árbol- en verano- y se calla". A. González.



En esa tranquilidad os invito a acompañarme en este paseo literario que todos juntos vamos creando.







sábado, 21 de diciembre de 2013

Decálogo del escritor. Augusto Monterroso.

Hay días que son tremendamente literarios: un día como hoy de 2002 como hemos visto en la anterior entrada, moría José Hierro,  tal día como hoy de 1375 falleció Giovanny Boccaccio, y  tal día como hoy de 1921 nació Augusto Monterroso, escritor gualtemalteco , fallecido en 2003, y famoso entre otros géneros por sus micorrrelatos.

Hablar de Monterroso es hablar de dinosaurios, porque quién no ha oído hablar de su " cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allÍ", quizá el microrrelato más conocido de la historia de este género.




Todavía me sorprende ver cómo mis alumnos, de la edad que sean, siguen dando versiones de lo que significa el dinosaurio, de la relación que hacen con los sueños, los problemas o los deseos... o simplemente aquellos que, con ojos desorbitados, me miran pensando que les ha tocado la profesora de literatura más colgada del centro.  Pero a nadie deja indiferente.



Para recordarlo aquí queda el decálogo del escritor que Monterroso nos ha dejado. me sigue pareciendo genial.


Primero.
Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.
Segundo.
No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

Tercero.
En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito".

Cuarto.
Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

Quinto.
Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.

Sexto.
Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

Séptimo.
No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

Octavo.
Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.

Noveno.
Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

Décimo.
Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

Undécimo.
No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

Duodécimo.
Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.

El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes diez.

3 comentarios:

RAUL dijo...

Totalmente en desacuerdo con Aldy Wijaya

Unknown dijo...

Lean este.... read this blog... http://urdanigoo.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Hay una buena tanda de decálogos para escritores, recogida en una página que se especializó en ellos. Vale la pena, está bien organizada y la selección es exhaustiva: http://decalogosliterarios.blogspot.com/
Elvira Segundo Pérez

 
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