Otoño de manos de oro.
Ceniza de oro tus manos dejaron caer al camino.
Ya vuelves a andar por los viejos paisajes desiertos.
Ceñido tu cuerpo por todos los vientos de todos los siglos.
Otoño, de manos de oro:
con el canto del mar retumbando en tu pecho infinito,
sin espigas ni espinas que puedan herir la mañana,
con el alba que moja su cielo en las flores del vino,
para dar alegría al que sabe que vive
de nuevo has venido.
Con el humo y el viento y el canto y la ola temblando,
en tu gran corazón encendido.
JOSÉ HIERRO
De "Quinta del 42" 1952
3 comentarios:
Estación preciosa.
Éste es uno de los pocos poemas dedicados al otoño donde sus versos no están invadidos de nostalgia.
Otoño, que viene para dar alegría al que sabe que vive.
Cálido otoño. Otoño de manos de oro.
Otoño que se nos va escapando... el muy taimado.
Sin duda alguna una preciosa estación... y el que no lo crea asi que coja su abrigo y una bufanda y que se siente en un parque rodeado de arboles mientras van cayendo poco a poco las hojas que pintan el suelo de un marrón amarillento que a mi por lo menos me transmite tranquilidad y cierta nostalgia...
Estoy contigo Atry.
Nostalgia y tranquilidad...esas son las palabras. Subimos los cuellos de la cazadora porque refresca de verdad y sonreímos.
Gracias por estar ahí.
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