Por Luis García Montero. Lunes, 30 de Noviembre de 2009.
El Sáhara
A mi hija Elisa le impresiona mucho que Aminatou Haidar lleve medio mes en huelga de hambre. 16 días en ayunas. ¿Qué significa eso?
- Pues, mira, una situación extrema. El ser humano es un animal, un cuerpo con instintos, que tiene también capacidad de inteligencia. Poco a poco, con las posibilidades de su razón y su educación, encauza esos instintos y se convierte en persona. Finalmente, llega a ser ciudadano, individuo que convive con otros y forma una sociedad. Hay individuos que, cuando se les impide ser ciudadanos, cuando se les niegan los derechos de su razón, deciden negarse a vivir como animales, a comer y a beber por orden del instinto, y sacrifican su propio cuerpo. El ayuno es entonces una forma de protesta.
- ¿Por qué protesta ella?
- Es una activista saharaui. Después de un viaje a EE.UU, cuando viajaba a Al-Aaiun, fue detenida por el Gobierno Marroquí y expulsada al aeropuerto de Lanzarote. Quiere volver a su tierra, defender sus derechos, ser ciudadana, que es ser mucho más que ser un animal en busca de comida y bebida.
- Me parece muy trágico asistir a la muerte de una persona.
- Muy duro, y en este caso más, porque su sacrificio tiene un valor simbólico. A mí me recuerda el abandono y la paulatina degradación del pueblo saharaui.
- ¿Qué pasó con el Sáhara?
- Era una colonia española. Por el aislamiento y la falta de relaciones internacionales de la España franquista, se cedió a las presión de Marruecos sin poner en marcha un proceso de independencia, al que tenían derecho los saharauis. Fue una verdadera vergüenza, el final de una época de palabras grandilocuentes y águilas imperiales sobre una realidad miserable y hueca.
- Y ahora, ¿qué pasa?
- Nada, no pasa nada, una paulatina degradación, como ocurre con el cuerpo sin alimentos de Aminatou. Marruecos se apoderó del Sáhara, y una parte muy importante del pueblo saharaui se fue al desierto y fundó campamentos independientes para mantener su dignidad. El mundo se ha olvidado de ellos.
- Bueno, hay actos de solidaridad. Muchos niños saharauis vienen a veranear a España.
- Creo que se ha mantenido una situación muy grave por culpa de la mala conciencia. La injusticia cometida con los saharauis cuando no se respetó su derecho a la independencia es ahora redoblada por el abandono y la indecisión de la comunidad internacional, que no se atreve a solucionar el problema en ningún sentido.
- ¿Te gustaría que se le reconociese la soberanía a Marruecos?
- Lo que no me gusta es que se mantenga una situación cada vez más podrida, con muchas personas sin horizonte, obligadas a vivir casi como animales. Lo más justo sería un referéndum serio, en el que se permitiera a los saharauis votar por su independencia. Pero si los organismos internacionales no quieren asumir ese acto de justicia, me parece muy inhumano mantener la situación actual, un verdadero callejón sin salida. La mala conciencia impide a la comunidad internacional tomar una decisión injusta. Pero está resultando mucho más injusta la falta de decisión.
- Creo que te entiendo…
- Las razones de Estado son con mucha frecuencia razones de estómago. Cuando algo queda paralizado por mala conciencia, ni se como, ni se deja comer.
- Pobre Aminatou.
- Aminatou Haidar. A ver si hay suerte, y se consigue que su dignidad sea compatible con la vida cívica y la vida animal.