Una mañana soleada rodeados de ilusión y de libros. Prometía mucho y no decepcionó.
Allí estaban los escritores buscados como Juan José Millas, receptivo y atento a las demandas de sus lectores, complaciente con las peticiones y muy cercano para recomendar libros y artículos. Por cierto, muy apropiada su edición de bolsillo Articuentos escogidos para trabajar en 2º de Bachillerato; los famosos como Almudena Grandes, cercana como siempre y a punto de estrenar su nuevo libro, o José Ovejero, que su último libro La invención del amor es muy prometedor; los legendarios como A. Muñoz Molina, inaccesible a raíz del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013 el pasado 7 de junio y que por motivos de editorial sólo firmaba su último libro de ensayo Todo lo que era sólido ; los frikis que no hace falta nombrar, los poetas de la calle como Andrés Newman, que no sólo llega con sus cuentos ( recomiendo claramente su libro de relatos Hacerse el muerto ) sino con sus poemas cercanos y profundos o Irene G. Punto que me cautivó con su Micropoesía, macrocorazones y mercromina.
También hubo sorpresas, gente conocida y amigos que aparecieron al azar. Faltó algún poeta buscado como Luis Alberto de Cuenca, que como siempre la última hora improvisó su ausencia, ( y mira que quería yo un poemario de su puño y letra) pero por lo demás... paseo perfecto.
De nuevo junio vuelve a cumplir la función que acercarnos a la literatura viva, a las emociones reales y a la ilusión de seguir pensando que las hojas de los libros se escriben con el calor de la gente, con las emociones diarias y con la certeza de que somos muchos los amantes de la lectura.





Allí estaban los escritores buscados como Juan José Millas, receptivo y atento a las demandas de sus lectores, complaciente con las peticiones y muy cercano para recomendar libros y artículos. Por cierto, muy apropiada su edición de bolsillo Articuentos escogidos para trabajar en 2º de Bachillerato; los famosos como Almudena Grandes, cercana como siempre y a punto de estrenar su nuevo libro, o José Ovejero, que su último libro La invención del amor es muy prometedor; los legendarios como A. Muñoz Molina, inaccesible a raíz del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013 el pasado 7 de junio y que por motivos de editorial sólo firmaba su último libro de ensayo Todo lo que era sólido ; los frikis que no hace falta nombrar, los poetas de la calle como Andrés Newman, que no sólo llega con sus cuentos ( recomiendo claramente su libro de relatos Hacerse el muerto ) sino con sus poemas cercanos y profundos o Irene G. Punto que me cautivó con su Micropoesía, macrocorazones y mercromina.
También hubo sorpresas, gente conocida y amigos que aparecieron al azar. Faltó algún poeta buscado como Luis Alberto de Cuenca, que como siempre la última hora improvisó su ausencia, ( y mira que quería yo un poemario de su puño y letra) pero por lo demás... paseo perfecto.
De nuevo junio vuelve a cumplir la función que acercarnos a la literatura viva, a las emociones reales y a la ilusión de seguir pensando que las hojas de los libros se escriben con el calor de la gente, con las emociones diarias y con la certeza de que somos muchos los amantes de la lectura.
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