Fuerzo y fuerzo las letras
a la fuerza,
con un látigo forzado
y esclavista,
esforzando y dando un fruto
de trabajo malogrado,
en pos de unos versos perfectos.
Cuánto acento fustigado
he torturado, inclemente,
en busca de un poema
que ostente la perfección
como ninguno hizo.
Y no fue, y no han sido,
más que pullas sangrantes,
idioteces banales,
sombras del horror,
el resultado de mis latigazos.
Y quiero, yo quiero.
¡Cómo quiero, yo quisiera!
El escrito más brillante.
La idea de las ideas
que toda idea abarque.
La perfección más pura,
la fruta más pulcra y dulce.
Pero, ¡qué iluso, qué idiota!
Nada es por la fuerza bueno.
Si he de dar algún día
un poema cercano a la Poesía,
si acaso viniese,
habrá de ser escrito
cuando venga.
Daniel Herrán Monge. 1º Bach CCSS
3 comentarios:
Brillante el juego de palabras que hace Daniel. Hablar de la propia poesía dentro de la poesía ( metapoesía se llama esto) al estilo casi de Garcilaso.
Mucho futuro hay en tus versos.
Me alegro enormemente por ello, Daniel.
Gracias por compartirlo ocn nosotros.
saludos
No es fácil combinar las palabras con tanto acierto, Daniel. Mi sincera enhorabuena.
No creo que el que escriba un poema o cualquier otro texto literario deba buscar la perfección, este tipo de cosas están reservadas para unos cuantos. Creo que el resto de los que nos gusta escribir debemos estar satisfechos siempre con nuestro trabajo y escuchar a la gente que nos pueda ayudar a mejorar.
Bueno, me voy a estudiar... un saludo, (sólo uno).
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