NOVELA DEL 36 AL 75
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* Luis martin tiempo del silencio * de *sebascastaquin*
ULTIMAS TARDES CON TERESA JUAN MARSÉ
LA VERDAD SOPBRE EL CASO SAVOLTA . EDUARDO ...
Hace 4 años
Un confuso montón sólo de sueños.
6 comentarios:
Dice GArcía Montero que a Elisa, su hija, le gusta Las nanas de la cebolla de Miguel Hernández. Por esa razón él las recita por la casa intentando dar sentido a los tonos, para que perciba el plantamiento , nudo y desenlace de las historias vividas, de las historias contadas.
Lo cierto es que esta historia es muy sencilla: Miguel Hernández estaba preso en la cárcel de Torrijos en Madrid cuando recibió una carta de su mujer diciendo que las necesidades económicas eran tantas que su hijo y ella sólo podían comer pan y cebolla. Esa angustia provocó uno de los poemas más bellos de nuestra poesía.
Ya sabéis que no puedo leerlo sin que se me pongan los pelos de punta.
Poco más hay que saber del desenlace...
Como ya te dije en su día Marián, (cuando nos la leíste en clase) es una poesía preciosa, triste pero bonita, es una pena que obras de este calibre tengan que nacer a causa de desgracias.
¡qué razón llevas, Atry, qué razón llevas¡
Un saludo por estar ahí siempre.
Cuando el poeta recibe la carta de Josefina, Miguel permaneció recluido, con una gran depresión, en los dormitorios, sin salir al patio de la prisión. Después de dos días de "autoreclusión", apareció en el patio y recitó de memoria este poema a sus compañeros... Así explicaba Miguel en carta:
"Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme..."
Este poema se cuenta entre mis preferidos. Me emociona como pocos. Por eso he elegido esta entrada para dejar mi comentario y darte la enhorabuena por el blog, que me parece muy cálido, acogedor, poético...Me gustará pasarme por aquí ;)
Gracias Marian por visitarnos. Ya sabes donde tienes un rinconcito para soñar.
Te animo a que nos acompañes.
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