Abriré las ciudades
por si hay
una silla vacía
en los ojos cerrados del futuro.
Abriré las palabras
por si llego
a una luz y a una mesa
en los ojos insomnes del pasado.
Y abriré
la piel de un ruido,
la bóveda de un eco,
el tejdo con hierbas de mi casa.
Quiero estar en nosotros,
quiero volver al río y a los álamos,
descubrir lo que queda,
lo que falta.
Aire
para los aires de mi sombra,
humor de tinta azul en los abismos,
campanas de cristal
sobre la incertidumbre.
Con el filo
de una antigua quimera,
abriré las ciudades, las palabras.
Hace 4 años
4 comentarios:
Seguimos hablando de búsqueda, de RENUNCIA, de elección. En ese camino tendremos que mirar hacia el pasado, hacia el futuro y observar el presente para ver lo que queda y lo que falta.
Caminamos hacia la incertidumbre, pero habrá que intentarlo.
Siempre hay esperanza: con el filo de una ilusión se abrirán los caminos, se abrirán las palabras. Ilusión y comunicación: abrir palabras, nunca crear muros.
Doy las gracias por el poema.Espero que os guste.
Una elección preciosa, Marian. El río y los álamos, no la fría nieve, merecen siempre un caminar sereno. Que lo importante sea derribar muros y caminar sin prisa ni miedo. Pero caminar siempre.
http://www.youtube.com/watch?v=Z5ZEce_4fJs
Melancolía por el pasado, por lo que fuimos. La infancia, el hogar, las ciudades donde vivimos, aprendimos, amamos.... ¿Qué queda de aquello? pero al mismo tiempo, ¿Qué traerá el mañana? Mirar atras antes del siguiente paso es bueno, pero puede doler la melancolía.
El campo de la sugerencia se abre con las palabras en este poema para encontrar sutilezas más allá de los significados obvios.
Toda una apertura a la sinceridad individual de los sentimientos.
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