No hay soles sangre
durmiendo en aguas marinas
ni vida (de verdad vivida)
en los trescientos ojos
que se cruzan en el pavimento.
No hay tiempo
para la poesía
de la vergüenza
del dolor
de la abulia
del pene en la mano
o de la vagina reseca.
No hay poesía
para el tiempo.
Nunca hubo la palabra adecuada,
justa.
Flaubert, Camus:
Retrasados mentales de la literatura.
Pero me detengo
un poco.
Y hoy ahí hay.
¿Qué?
No sé.
Algo.
Algo.
Harry Bimer publicó el libro de textos híbridos No hay tiempo para la poesía (Buenos Aires, 2011). Pablo Brescia sacó a la luz los libros de cuentos Gente ordinaria (México, 2014), ESC (e-book, Miami, 2013), Fuera de lugar (Perú, 2012; México, 2013) y La apariencia de las cosas (México, 1997). Sus relatos circula en periódicos, revistas y sitios de internet de Cuba, España, Estados Unidos, México, Perú y Venezuela. También participó en antologías como Se habla español (2000) y Pequeñas resistencias (2005). A Harry y a Pablo les hubiera gustado ser futbolista profesional (No. 5) o tenista o baterista/bongosero. Como no pudo, escribe, aunque ahí también está por verse.
No hay tiempo para la poesía. Buenos Aires: Tantalia, 2011.
¡No es verdad! Siempre hay esperanza y siempre hay una palabra que resuena pòr encima de las demás. "Algo. Algo". Y yo sonrío, porque las oigo, lo oigo ...
¡No es verdad! Siempre hay esperanza y siempre hay una palabra que resuena pòr encima de las demás. "Algo. Algo". Y yo sonrío, porque las oigo, lo oigo ...
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