Ha llegado la hora de retirarse
Estoy agradecido de todos
Tanto de los amigos complacientes
Como de los enemigos frenéticos
¡Inolvidables personajes sagrados!
Miserable de mí
Si no hubiera logrado granjearme
La antipatía casi general:
¡Salve perros felices
Que salieron a ladrarme al camino!
Me despido de ustedes
Con la mayor alegría del mundo.
Gracias, de nuevo, gracias
Reconozco que se me caen las lágrimas
Volveremos a vernos
En el mar, en la tierra donde sea.
Pórtense bien, escriban
Sigan haciendo pan
Continúen tejiendo telarañas
Les deseo toda clase de parabienes:
Entre los cucuruchos
De esos árboles que llamamos cipreses
Los espero con dientes y muelas.
Nicanor Parra
6 comentarios:
Metáforas de la vida.
Felices vacaciones a todos.
A lo mejor subo mañana a Covarrubias, Marian.
Pues come cerezas , que están exquisitas en estas fechas, y disfruta de las tierras burgalesas, que bien valen una misa.
Nos vemos en septiembre.
MArian
Y qué metáfora, Marian. El mensaje que transmites con este poema y la imagen rasgando los papeles no pueden ser más elocuentes.
Comprendo que te haya sido difícil tomar la decisión de retirarte y sé que Las Salinas pierde a una gran profesional, pero creo que tu acto es muy valiente. La dignidad está por encima de todo y los de arriba no están dejando otra opción si queremos conservarla. Muchos deberían tomar ejemplo.
Felices vacaciones para ti también.
Siento defraudarte, anónimo. Pero ya sabes que siempre se defrauda a alguien, se haga lo que se haga. No son tiempos de retiradas,a cada uno le pilla la batalla en un lugar y desde allí debe luchar.Y te puedo asegurar que hay muchos tipos de lucha,aunque algunos no se vean. O incluso se puedan calificar de cobardia.Pero, aprenderemos para la próxima ocasión a no asumir responsabilidades tan alegremente. No dudes que la lección queda aprendida.
Sin embargo ahora toca descanso para luchar con uñas y dientes desde donde nos ha pillado. Siento haber sido torpe y no saber elegir el poema. Está claro que hago aguas en muchos campos.
Espero que los deseos de feliz verano sigan en pie. Los míos siempre fueron sinceros, reitero.
Pues aquí otra torpe lectora y visitante ocasional del blog que también se acaba de llamar a engaño con esta entrada: no sabía si la cosa iba por una despedida veraniega, por una despedida definitiva o si me encontraba ante el alegato final de un atrincherado terrorista suicida de la ‘yihad’ en camiseta verde. Ya leo que queda aclarado que sólo es lo primero. Resultaron ser cencerros, que no campanas.
En lo que respecta al dudoso arte de confundir y defraudar yo no me preocuparía demasiado si no se toma por costumbre. Siempre he creído que lo importante no es que los demás se sientan defraudados con una: lo importante es no defraudarse a sí misma.
Feliz verano a todos a ser posible con la que está cayendo.
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