Mañana de suburbio
y el autobús se acerca a la parada.
Hace frío en la calle, suavemente,
casi de despertar en primavera,
de ciudad que no ha entrado
todavía en calor.
Desde mi asiento veo a las mujeres,
con los ojos de sueño y la ropa sin brillo,
en busca de su horario de trabajo.
Suben y van dejando al descubierto,
en los cristales de la marquesina,
un anuncio de cuerpos escogidos
y de ropa interior.
Las muchachas nos miran a los ojos
desde el reino perfecto de su fotografía,
sin horarios, sin prisa,
obscenas como un sueño bronceado.
Yo me bajo en la próxima, murmuras.
Me conmueve el recuerdo
de tu piel blanca y triste
y la hermandad humilde de tu noche,
la mano que dejaste
olvidada en mi mano,
al venir de la ducha,
hace sólo un momento,
mientras yo me negaba a levantarme.
Que tengas un buen día,
que la suerte te busque
en tu casa pequeña y ordenada,
que la vida te trate dignamente.
Luis García Montero
3 comentarios:
¡Ojalá pronto no tengamos que celebrar días como éste!. ¡Ojalá pronto no tengamos que demostrar que estamos por mérito propio en el mundo laboral!. ¡Ojalá pronto brindemos por los trabajadores ( genérico) y todos entendamos que nuestra lucha no debe ser de género sino de ideales!.
La luna llena, tan presente en el mundo femenino, reivindica hoy también nuestra igualdad.
Y yo quiero hacer un brindis además, por todos esos hombres que nos han apoyado siempre en esta defensa.
Ojalá la vida nos trate dignamente. A TODAS, A TODOS.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Marian.
Gracias por este poema.
"....que la vida te(NOS....) trate dignamente."a TOD@S!!!!
Ojalá entendiéramos que la "lucha no es de género sino de ideales".Coincido contigo.
En pos de la utopía quiero creer que llegará ese día en el que nos dignifiquemos unos a otros " celebrando la vida"... simplemente .Como dice Galeano.
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