BIENVENIDOS A ESTE RINCÓN POÉTICO

"Porque se tiene conciencia de la inutilidad de tantas cosas a veces uno se sienta tranquilamente a la sombra de un árbol- en verano- y se calla". A. González.



En esa tranquilidad os invito a acompañarme en este paseo literario que todos juntos vamos creando.







lunes, 25 de abril de 2011

1º BACH SE FUE A LONDRES DE INTERCAMBIO. ASÍ LO VIERON LOS ALUMNOS.



Londres

Es allí, por la época en la que estuvimos, el aire fresco como los brotes primeros que nacen tras el invierno. No, es más fresco; quizá incluso frío al primer roce, en las horas de la mañana.
Los edificios londinenses tienen muchos un aire excepcional. Unos son perlas de mármol, esquirlas blancas que relucen como el Sol aunque esté nublado. Otros son anacrónicos, como ocupando un paréntesis dentro del tiempo. Sus ladrillos ostentan un aroma anticuado, a la misma vez que parecen haber sido cimentados ayer. Estas últimas construcciones tienen algo más que un aire especial, inspiran una atracción, una majestad callejera y errabunda, un misterio que te atrapa y te deja mella. Este espíritu se traspapela a gran cantidad de vehículos, como la mayoría de los taxis, que lucen el siglo pasado y brillan más que los coches nuevos.
Las fuentes y los monumentos se engalanan de la nobleza y el orgullo que poseen los insignes edificios ingleses. Aspiran a la sombra de la Galería Nacional, el famoso Big Ben o el Museo Británico.


Héroes, generales y virtuosos de Inglaterra son traídos de nuevo a la vida en imágenes de nívea roca. Asimismo, multitud de animales son representados en estatuas, apelando al espíritu altivo, poderoso y fuerte en el que se afirman los ingleses. Ved a los gigantescos leones de Trafalgar Square y no os olvidaréis jamás de la potestad que inspiran.
El verde adorna la ciudad con sus gigantescos y entretejidos parques. Los árboles son altos y fuertes, con las ramas como canas antiguas y respetables, aun fornidas y fortalecidas. Pisan sobre alfombras de verde intenso, tupidas y hermosas, a las que atraviesan los caminos de arena que transita la gente. El artificio y la naturaleza mansa se mezclan con encanto en esta ciudad.
Y los habitantes son, aun en el tópico de hablar de una experiencia que decimos ser grata y recreadora, encantadores. Su educación es extrema, así como su civismo, y muchos de ellos llevan la cordialidad como broche. Y los londinenses son de todas las partes del mundo. Son indios, paquistaníes, sajones, algún escocés, australianos, norteamericanos... De todas partes; realmente vi pocos de los antiguos britónicos, si es que vi a alguno. Caminan los habitantes de Londres por sus calles seguras, aseadísimas y de tráfico ordenado.

Y mágico es el clima en el que se embuye la ciudad, que yo no noté frío. Es de destacar que parece que no hizo mal tiempo en nuestra estancia. Los dos primeros días salió el Sol, y el resto las nubes encapotaban el cielo, pero sólo nos sobrevino una o dos de las conocidas lloviznas de Gran Bretaña, que nos sorprendió de forma casual, cayendo veloz, copiosa y terminando su abatimiento en pocos minutos. El viento, cuando había, solía ser ligero y refrescante, salvo en la ciudad universitaria de Cambridge, donde sopló con ahínco, moviendo las nubes, que eclipsaban de vez en cuando la luz del Astro Rey.



Y la tierra britónica es toda verde donde no está construido ningún artificio. Se envuelven las praderas de esa neblina que nos recibió en el aeropuerto, esa en la que se envuelven los fantasmas de la leyenda bretona, la bruma de la que se nutren aquellos espectros.
Todo, pese haber mentado apenas nada, forma una argamasa que se te adhiere a la piel, al pecho. Una pasta que te aferra el alma y te arranca un pedazo cuando te apartas de ella.

TEXTO ESCRITO POR DANIEL HERRÁN MONGE ( 1º BACH)

2 comentarios:

Marian dijo...

Creo que las palabras de Daniel dejan de manifiesto lo positivo que pueden ser experiencias de este tipo para nuestros alumnos.
Compartir vivencias fuera del centro escolar, conocer nuevos lugares y hacer un poco de turismo hace más grande a nuestros chicos. Y hay que reconocer que estos ya son grandes por méritos propios.

Me alegro mucho por ellos, y también por las profesoras qeu los acompañeron que dejaron la piel en el esfuerzo. Hoy vemos que valió la pena.
Congratulations!!!

danilo dijo...

envidia "sssana"

 
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